“Allí donde una mujer se instale con su familia, formará un hogar”, si, ella crea la magia del Amor y conforma una casa, ya sea debajo de un árbol, en una cueva, en un simple cuarto, en mansión o departamento, en la ciudad, campo o en un lugar remoto, como decía Cabral “te dice te quiero con la camisa planchada” “mi hogar siempre estuvo donde ella estaba”, “porque en lugar de sopa, sirve jazmines”.
Cuando ella te abraza, sientes como se esfuman los miedos. Evocas su imagen y el sentimiento aflora y todo lo transforma. Y bien Ella puede ser: Madre, Hermana, Amiga, el Amor de tu Vida, basta con que sea una Mujer con el corazón en la mano, en sus ojos se asoma el Amor, en su sonrisa se esconden los: “Te Amo” que te susurra al oído cuando estás durmiendo o cuando llegas de un viaje, sientes y sabes que su bendición te acompaña.
Así es la MUJER. Trasmite su Amor y Sabiduría de generación en generación, por eso la Vida no se extingue en este mundo.
Es tiempo que el Ser Humano permita que la revolución la realice la mujer que, desde su centro y desde su femineidad bien trabajada, sepa guiar y acompañar al hombre, permitiendo que su energía femenina oculta, silenciada, congelada, anestesiada, florezca bajo el amor de ambos.
Es tiempo que el Ser Humano sea despertando sin importar su genero, que exista equilibrio entre lo masculino y lo femenino presente en todo y en TODOS. Ellos y Ellas, al igual que en la Naturaleza coexisten en las dos polaridades femenina y masculina, que aceptan y reconocen dentro de sí mismos.
No hay crecimiento y cambio si ambos no se ecuentran y se honran, prevaleciendo el respeto a la individualidad, que en ocaciones se funden, y se complementan mutuamente.
Que despierten las mujeres TODAS, las sacerdotisas, las chamanas, las sanadoras del alma y el cuerpo, creadoras de entornos cálidos cubriendo con sus brazos cuando frío. El Amor es su destino, su poder en desarrollo.
¡Mujeres, recobren sus grandes poderes!